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Tiempo en el aire

Gran parte de las decisiones que toma un piloto se basan en las condiciones del tiempo presentes y futuras. ¿Cómo se produce esa información? ¿Desde dónde? ¿Quién la produce? ¿Cómo se transmite? En esta nota te contamos cómo trabaja el SMN para brindar servicios a la aeronáutica.

Autor: Mariela de Diego



En las bambalinas de la operatoria aeronáutica existe un engranaje invisible, sumamente regulado, que posibilita que cada vez que despega un avión, la tripulación cuente con la información meteorológica de calidad, indispensable para volar. Cientos de procesos, productos y personas intervienen para garantizar la seguridad de los vuelos. En nuestro país,  de acuerdo a la Ley 21161, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) le confiere al Servicio Meteorológico Nacional la responsabilidad de brindar información para todos los aeropuertos y aviones que cruzan nuestro cielo. Y lo hace desde sus estaciones y oficinas, con profesionales dedicados exclusivamente a eso.

Las Oficinas de Vigilancia Meteorológica (OVMs) son las que se ocupan de hacer el monitoreo meteorológico sobre cada una de las regiones de información de vuelo (FIR, por sus siglas en inglés) para los usuarios aeronáuticos. Hay cinco OVM en el país y cada una de ellas tiene responsabilidad sobre una FIR, que son establecidas en todo el mundo por la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional). En Argentina, las cinco FIRs son Resistencia, Mendoza, Córdoba, Ezeiza y Comodoro Rivadavia.

También existen diez Oficinas Meteorológicas de Aeródromo (OMAs), de las cuales cinco se encuentran físicamente en el mismo sitio que las OVMs. Por último, existen tres Oficinas de Información Meteorológica (OIMs) que brindan información a usuarios aeronáuticos.

En las OMAs y OVMs trabajan pronosticadores (y en algunas de ellas también auxiliares de pronóstico) que brindan información a una gama muy amplia de usuarios. “Hay usuarios nacionales, internacionales, públicos, privados, vuelos comerciales, sanitarios, de fumigación, vuelos militares, helicópteros”, señala Marcelo Ceballos, responsable de la OMV Resistencia, que es la cabecera de la FIR homónima (o FIR SIS, como se la conoce en la jerga) y comprende también las provincias de Misiones, Corrientes, gran parte de Chaco y Formosa, norte de Santa Fe, este de Santiago del Estero y parte de Entre Ríos.

Las OMAs realizan, entre otros, los informes de pronóstico de aeródromo (conocidos como TAF, por sus siglas en inglés) que ofrecen una descripción completa de las condiciones meteorológicas predominantes esperadas en ese aeródromo durante todo el período de pronóstico, incluidos los cambios marcados en las variables meteorológicas que se consideran de mayor importancia para las operaciones de las aeronaves. Los TAF -que se  utilizan para la planificación de los vuelos- se emiten cada seis horas, para un período de pronóstico de 24 horas. Asimismo, pueden enmendarse si el pronóstico no es el esperado para el período de tiempo previsto.  En total, se realizan informes para 39 aeropuertos, cuatro veces al día. Para el resto de los aeropuertos se realizan dentro del mensaje PRONAREA.

Las OMAs suministran información básica -como datos del tiempo provenientes de las estaciones meteorológicas- e información elaborada, como pronósticos, alertas y mensajes especiales para los aviones en vuelo. Ceballos explica: “Desde la oficina elaboramos, por ejemplo, el PRONAREA para la FIR SIS, que es un mensaje que describe fenómenos observados y pronosticados, que pueden afectar a una aeronave, como turbulencia, hielo, vientos fuertes. Se divide en secciones y se emite cuatro veces por día, de manera regular”.

Y, además, desde las OVMs también se elabora la información SIGMET, que es el equivalente a un alerta meteorológico para la aviación. “Un SIGMET es un mensaje sobre fenómenos meteorológicos severos en la ruta de vuelo, que podrían afectar la seguridad de las operaciones. A su vez, proporciona información sobre el lugar, la extensión, la intensidad y la evolución prevista de los fenómenos específicos asociados con una mayor peligrosidad para la aviación”, explica Nadia Jones, pronosticadora de la OMA/OVM Comodoro Rivadavia. Y agrega: “Los SIGMET que se emiten con mayor frecuencia en nuestra FIR son por turbulencia, ondas de montaña, engelamiento, tormentas y también por ceniza cuando nos afecta la actividad de algún volcán cercano”. 

Los usuarios -por ejemplo, los aviones en vuelo-, al aproximarse a una FIR, reciben los mensajes que fueron elaborados y emitidos por la OMA/OVM correspondiente y, en función de eso, toman decisiones que pueden resultar críticas, como cambiar la altitud, la ruta de vuelo, o incluso el aeropuerto de destino, si las condiciones meteorológicas no permiten operar.

Todos los mensajes se transmiten por un canal fijo aeronáutico (AMHS), que es el circuito internacional de comunicaciones. Tanto el formato de los mensajes como las direcciones de su emisión responden a las normas internacionales dictadas por la OACI y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Además, cuando un usuario lo requiere, se realizan briefings, es decir, charlas con el pronosticador para profundizar sobre la situación meteorológica. Generalmente, son los pilotos o los despachantes los que solicitan dialogar con el personal de meteorología. Al respecto, Felipe Vanucci, pronosticador responsable de la oficina de Aeroparque (que cumple las funciones de OMA y OVM), cuenta: “Me gusta mucho la interacción con los pilotos. Ese feedback nos ayuda a seguir mejorando los productos para que respondan a sus necesidades. Y, por supuesto, ver aterrizar y despegar aviones todo el tiempo es hermoso”.

“Trabajar en una OVM es fascinante. En lo personal, se combina mi pasión por la meteorología y por la aeronáutica. En cuanto a la dinámica de mi trabajo, el hecho de que sean turnos rotativos y no trabajar de manera monótona es algo que me incentiva mucho. Cada turno es diferente y aunque hay días que son más tranquilos que otros, todos presentan nuevos desafíos”. Nadia Jones, pronosticadora OMA/OVM Comodoro Rivadavia.

Hacia dónde va la Meteorología Aeronáutica en el SMN

Hoy, a poco de cumplir 150 años, el SMN está llevando a cabo un proceso de modernización que atraviesa todas sus actividades, procedimientos y equipamiento. Esto incluye una política de calidad para certificar procesos de trabajo, un plan estratégico que orienta las acciones de sus más de mil integrantes, la adopción de nuevas tecnologías para elaborar pronósticos y alertas y el fortalecimiento de la comunicación con todos los sectores que son usuarios.

Roxana Vasques Ferro, directora del área de Meteorología Aeronáutica, sostiene: “Estamos trabajando con el Sistema de Gestión de Calidad en los indicadores de precisión de los pronósticos aeronáuticos TAF, apuntando a la mejora continua. Con la mejora en la calidad de los modelos de pronóstico, buscamos ganar precisión. Las decisiones que se toman en los aeropuertos tienen un impacto muy alto, tanto en la seguridad como en lo económico y por lo tanto la precisión de los pronósticos es de suma importancia”.

El SMN renueva su visión como un organismo orientado a la ciudadanía en general y a los usuarios especializados en particular. La premisa es estrechar el diálogo con cada sector para desarrollar productos y servicios que respondan a sus necesidades. Con la convicción de que la información meteorológica de calidad sobre el tiempo y el clima, no solamente salva vidas y bienes, sino que agrega valor económico a todas las cadenas productivas del país, incluido el sector aeronáutico.

 



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