Mayday: cuando algo no sale bien | Servicio Meteorologico Nacional.

Mayday: cuando algo no sale bien

Conocer el estado del tiempo y su pronóstico es vital a la hora de planificar diferentes tipos de actividades, incluido el transporte en todas sus formas. Cuando ocurre un siniestro en algún medio de transporte, el Servicio Meteorológico Nacional también es un actor importante a la hora de intentar determinar las posibles causas del mismo.

Autor: Laura Aldeco



El organismo encargado de la investigación de todos los accidentes e incidentes relacionados con el transporte es la Junta de Seguridad en el Transporte (JST), dependiente del Ministerio de Transporte. La JST tiene un área de investigación para cada modo de transporte: fluvial, marítimo o lacustre, aeronáutico, automotor y ferroviario. Su misión es investigar las causas de los siniestros para luego recomendar acciones para mejorar la seguridad en el transporte y así prevenir accidentes en el futuro.

Parte de la investigación de la JST incluye información que proviene del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ya que el aporte meteorológico es una herramienta indispensable, no solo para planificar la aplicación de técnicas o métodos científicos que optimicen la toma de decisiones, sino también para la reconstrucción de las condiciones meteorológicas al momento del accidente o incidente cuando se realiza la pesquisa técnica. El conocimiento de la atmósfera y su interacción con los diferentes modos de transporte constituye uno de los componentes fundamentales de la investigación.

El aporte de la meteorología aeronáutica

Antes de la existencia de la JST, los incidentes aeronáuticos eran investigados por la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC), creada en 1954 dentro del ámbito de la Fuerza Aérea y traspasada al ámbito del Ministerio de Transporte en el 2010. El objetivo de este organismo era mejorar la seguridad operacional del sector aéreo, a través de la emisión de recomendaciones a los distintos actores de la industria. Este organismo mantenía una relación estrecha con el SMN a través del pedido de datos meteorológicos para investigación de accidentes o incidentes. En 2020 se creó la JST, donde se incluyeron todos los modos de transporte mencionados previamente, quedando la JIAAC absorbida por ella.

Nicolás Rivaben, responsable de Pericias y Desarrollos de la Dirección de Meteorología Aeronáutica del SMN y que ha realizado los cursos de investigador en aviación civil, señala: “De los dos tipos de aviación existentes, la comercial y la general, la mayoría de los sucesos corresponden a la segunda categoría, siendo los de vuelos privados de bajo porte como los aeroaplicadores, vuelos de instrucción y recreativos, entre otros, los más afectados por la meteorología. De estos, los más comunes son la excursión de pista y la pérdida de control en vuelo”.

Los requerimientos más frecuentes de la junta son las variables meteorológicas antes, durante y después del suceso (temperatura, presión, humedad relativa, viento), así como la verificación de la ocurrencia de algún fenómeno de interés que pudo haber tenido influencia en la performance de vuelo.

Con el objetivo de optimizar el uso de la información meteorológica en el marco de la investigación relacionada con accidentes, en 2018 se realizó un acuerdo de cooperación conjunto entre la JIAAC y el SMN, donde se establece, entre otras actividades, la realización de capacitaciones cruzadas entre los miembros de ambos organismos. El SMN brindó capacitaciones en 2018 y 2019, que tuvieron como objetivo reforzar la comprensión e interpretación de los diferentes productos e información provista por el organismo, y clarificar los procedimientos de requerimiento de información de fenómenos meteorológicos peligrosos para la navegación aérea.

Rivaben, quien participó activamente de estas capacitaciones, indica: “Durante mucho tiempo se recibían consultas sobre sucesos que no tienen relación con la meteorología. Luego de estas capacitaciones los pedidos fueron más precisos, elaborándose informes más profundos en materia de seguridad operacional. Gracias a esto se mejoró la eficiencia en la respuesta y también se pudo responder adecuadamente los requerimientos de la junta. Actualmente se responden entre 20 y 30 sucesos por año”.

Un ejemplo en el que el SMN aplicó una recomendación de seguridad operacional de la ex JIAAC es acerca de la provisión del producto PRONAREA. Este es un informe que describe las condiciones meteorológicas significativas y los fenómenos peligrosos actuales y futuros para la navegación aérea en una determinada región de vuelo, elaborado por las Oficinas de Vigilancia Meteorológica (OVM). Después de una investigación por un suceso en 2011, se aumentó la frecuencia de emisión de estos informes y actualmente se realizan cada 6 horas para optimizar los canales de comunicación con el usuario y mejorar la seguridad operacional.

En la actualidad, el SMN participa no solo con la provisión de información para accidentes aéreos, sino también en la elaboración de recomendaciones de seguridad operacional de la JST en temas de meteorología para toda la industria aérea de la Argentina.

La meteorología marina y la seguridad operacional

En el caso que los accidentes sucedan en ríos, mares o lagos, la JST cuenta con la Dirección Nacional de Investigación de sucesos marítimos, fluviales y lacustres. Los pedidos que llegan al SMN desde este área refieren a las condiciones de tiempo en el momento del accidente: temperatura del aire y del agua, dirección e intensidad del viento, visibilidad y presión, entre otras. También se solicita el pronóstico emitido en la región del accidente, si hubo algún alerta meteorológico en el área y los campos estadísticos del viento para el mes en el cual ocurrió el siniestro. Una vez reunida toda la información requerida, el SMN elabora un informe con la descripción e interpretación de todas estas variables y productos para enviarlos a la JST como respuesta. La mayoría de los pedidos corresponden a la investigación de siniestros de buques pesqueros.

En cuanto a la seguridad operativa marina, el SMN brinda productos específicos orientados a todos los usuarios que navegan por nuestros mares. Algunos servicios meteorológicos del mundo se encargan de proveer pronósticos y alertas meteorológicos a un sector del globo. Estos sectores o Áreas Oceánicas de Responsabilidad Meteorológica se conocen en el ambiente marítimo con el nombre de MetArea. Alicia Cejas, coordinadora de la MetArea VI y de Pronósticos Regionales de la Dirección de Pronósticos del Tiempo y Avisos del SMN detalla: “El SMN es responsable de proporcionar cobertura meteorológica a la MetArea VI, la cual se extiende desde los 35° 50’ sur hasta las costas antárticas, y desde el meridiano 20° 00’ oeste hasta la longitud del cabo de Hornos, y sobre los mares antárticos. Este apoyo meteorológico a las embarcaciones que navegan nuestros mares se provee desde 1932”.


“La difusión de nuestros servicios meteorológicos marinos se realiza mediante los medios de difusión propios del SMN y a través de la Prefectura Naval Argentina (PNA)”, comenta Cejas. La PNA cuenta con una red de estaciones costeras de radio ubicadas estratégicamente a lo largo del litoral marítimo, las cuales permiten tener una comunicación constante con los buques que navegan por nuestro mar argentino, difundiendo diariamente el pronóstico.

Una de las actividades más importantes es la pesca de langostinos. Un ejemplo de cómo un pronóstico especial de meteorología marina emitido por el SMN aportó eficientemente a la seguridad de estos buques pesqueros, es el ocurrido en el invierno de 2019. El 29 de junio de dicho año el SMN preveía condiciones de viento muy intenso a partir del 3 de julio en la región donde se encontraban estos buques.

 


Dicha información fue enviada a la PNA, la cual la retransmitió, recomendando a la flota pesquera volver a los puertos para poder resguardarse, teniendo en cuenta que el regreso puede llevar más de un día, dependiendo de la distancia del buque a la costa. La flota se fue desconcentrando de las zonas de pesca y emprendió el regreso. Gracias a esta coordinación entre el SMN y la PNA, cuando el temporal azotó la zona ya no había buques en el área y se evitaron incidentes que podrían haber derivado en casos de búsqueda o rescate.

El Centro de Información Meteorológica

Además de los pedidos provenientes de la JST que tienen fines puramente investigativos, el SMN también recibe consultas que aportan a la resolución de casos legales. Las mismas se canalizan a través del Centro de Información Meteorológica (CIM), de la Dirección de Servicios Sectoriales. El CIM es responsable de tomar las peticiones, derivarlas a cada área correspondiente si es necesario y, en algunos casos, enviar las respuestas formales desde el organismo. Fiorela Bertone, del CIM, explica que los requerimientos más frecuentes provienen de expedientes judiciales, comisarías o fiscalías. “Los datos que suelen pedirse son las condiciones del tiempo presente, es decir las variables meteorológicas en el momento y lugar del accidente. En algunos casos, también se desea saber si estas condiciones fueron pronosticadas y si hubo algún alerta emitido”, comenta Bertone.

En el caso de accidentes automotores, por ejemplo, interesa especialmente saber si se registró la presencia de niebla, polvo o humo, factores que reducen la visibilidad, y la presencia de hielo o agua en la ruta, que afectan la estabilidad de los vehículos. En el caso de accidentes ferroviarios, además de lo mencionado, es necesario saber si se observó precipitación o rocío en las horas previas, ya que si las vías están mojadas un tren necesitará recorrer más distancia para poder frenar. Los informes del estado del tiempo referidos a accidentes de tránsito terrestre son aproximadamente 2200 por año.

Por otro lado, la PNA también requiere información respecto de accidentes fluviales, marítimos o lacustres de distinta envergadura y, a diferencia de la JST, estos pedidos sí pueden estar relacionados con procesos judiciales. “En algunos casos la PNA utiliza lo que informa el CIM para responder otras cuestiones, como elaborar sumarios por naufragios, colisiones o varaduras, que pueden o no haberse producido por cuestiones meteorológicas. Luego interviene la justicia, que es quien se expedirá sobre la responsabilidad, imprudencia o negligencia del tripulante responsable, por ejemplo si salió a navegar aún cuando las condiciones eran adversas y hubo un pronóstico emitido por el SMN alertando de la situación”, puntualiza Bertone.

En este tipo de informes se pide el estado del tiempo en una hora o franja horaria, haciendo hincapié en el viento, la visibilidad horizontal y fenómenos significativos como tormentas o ráfagas, y en algunos casos se solicitan también copias del pronóstico marítimo y costero. En el CIM se reciben alrededor de 500 pedidos de informe de PNA, de los cuales el 80 % son referidos a accidentes.
Para poder responder a estos pedidos el CIM cuenta con la colaboración de las diferentes áreas del SMN y, por distintas vías, se les envían las respuestas a los usuarios correspondientes.

Desde la provisión de pronósticos para un vuelo seguro, hasta la planificación y dictado de cursos para ayudar a una mejor interpretación de los productos meteorológicos aeronáuticos. Desde la emisión y transmisión de alertas para el transporte terrestre y la navegación de nuestros mares hasta la provisión de información meteorológica para intentar determinar las causas de un siniestro en algún modo de transporte. El SMN ha colaborado desde siempre en la seguridad en el transporte, ya sea aplicando recomendaciones para generar nuevos productos orientados a la toma de decisión basada en información meteorológica, o mejorando los ya existentes. El trabajo interdisciplinario y la aplicación de nuevas tecnologías y nuevas metodologías para mejorar el desempeño de los pronósticos, derivan indudablemente en un transporte más seguro.

 
 



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