El clima asociado a la expansión agrícola en Santiago del Estero | Servicio Meteorologico Nacional.

El clima asociado a la expansión agrícola en Santiago del Estero

Las actividades agropecuarias se encuentran estrechamente condicionadas por factores que escapan al control humano, como el clima y el tiempo. Hoy sabemos, que no es el unico factor y que existe una fuerte reciprocidad entre la meteorología, hidrología, manejo del suelo y loa aspectos biológicos. 

Autor: Sofía Corazza & María Eugenia Bontempi




 



Las actividades agropecuarias se encuentran estrechamente condicionadas por factores que escapan al control humano, como el clima y el tiempo. Tradicionalmente, se pensaba que la respuesta a estos condicionamientos se daba en un solo sentido. Es decir, que dadas las condiciones climáticas, y su variabilidad intrínseca determinante del tiempo diario, se definía la actividad agropecuaria. Pero hoy  sabemos que en realidad existe una fuerte reciprocidad, y así como los factores meteorológicos, hidrológicos, los cambios en los suelos y aspectos biológicos, afectan a la producción agropecuaria, también reciben el impacto de estas actividades y responden con modificaciones en los sistemas.

Así, se puede explicar con mayor claridad cómo los cambios registrados en los regímenes climáticos de algunas regiones favorecieron el desarrollo de cultivos no tradicionales, que a su vez, determinaron modificaciones en los ecosistemas, en la estructura de los suelos y en la disponibilidad de humedad en el sistema suelo-atmósfera. Este es el caso paradigmático de la provincia de Santiago del Estero.

Entender estas interacciones con el medio ambiente es responsabilidad de la Meteorología Agrícola. Esta, es llamada a prestar asistencia en la toma de decisiones del sector productivo, en la elección de las prácticas agrícolas que resulten sustentables y beneficiosas en el futuro.

LA MOVILIDAD DE LA FRONTERA AGRÍCOLA EN ARGENTINA

La frontera agrícola se define como aquella línea que se ubica entre las tierras agrícola-ganaderas y los ecosistemas naturales que las rodean. Según un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires, en el orden mundial nuestro país ocupa el octavo lugar en cuanto a superficie de tierras cultivadas (35.750.000 ha.); el tercero en relación a tierras cultivadas per cápita (1.12 ha.); y el decimoquinto en superficie bajo riego. “Esto ha influido  en la instalación permanente de frentes dinámicos de la frontera agrícola”, generando todo tipo de transformaciones socioeconómicas y ambientales en diferentes regiones del territorio  nacional. Un ejemplo que está a la vista de todos, son las zonas comprendidas entre el Chaco y Santiago del Estero, que se sumaron a esa dinámica a partir de varios factores entre los cuales se destaca el incremento de precipitaciones como tendencia que permitió la siembra de cultivos de secano en áreas en las cuales, antes, sólo era imaginable bajo riego.

La situación descrita da cuenta de la importancia central que guardan determinados parámetros y variaciones climáticas y meteorológicas para explicar  transformaciones ocurridas en la estructura productiva de los territorios. También nos dice algo acerca de los desafíos que, en este orden de cosas, tiene la meteorología en nuestro país.

EL ESCENARIO DE EXPANSIÓN DE LA FRONTERA AGRÍCOLA EN SANTIAGO DEL ESTERO

La expansión de la frontera agrícola, en especial de cultivos como la soja y el algodón,  sobre márgenes semiáridos en sectores del noroeste argentino, responde a varios factores entre los que se destacan dos motivos centrales. Por un lado, al aumento mundial de la demanda de ciertos granos, y por el otro, al corrimiento temporal hacia el oeste de las áreas con precipitaciones suficientes para el desarrollo de cultivos de secano.

Existen estudios que señalan que el régimen anual de precipitaciones en la provincia de Santiago del Estero se modificó significativamente entre la primera mitad del siglo XX y los últimos 40 años, con un período de transición  de fuerte crecimiento entre 1955 y 1975, dando lugar a un incremento del promedio anual del 25 %.

Según estas investigaciones (Minetti et al, 2004), y siguiendo la clasificación climática de Thornthwaite (1948), la región pasó de tener un clima semiárido a uno subhúmedo-seco, con el desplazamiento de la precipitación hacia el oeste. Esta transformación, que generó un evidente cambio en la aptitud agropecuaria, fue acompañada por la incorporación de nuevas técnicas y el alza de la demanda internacional de granos en los últimos años, dando lugar a una expansión desmesurada de la actividad agrícola. Tal expansión, en el caso de la provincia de Santiago del Estero,  alcanzó casi 1 millón de nuevas hectáreas sembradas.

"Al finalizar el período seco de comienzos de la década de 1970, la provincia contaba con una superficie agrícola de secano con oleaginosas de 850 hectáreas. Al final de la fase lluviosa, la superficie había ascendido a 35.650 hectáreas (1983-84). En los años subsiguientes, el predominio de sequías no frenó ese crecimiento, la campaña de 1995-96 arrojó una superficie cultivada de 111 mil hectáreas. En la actualidad ese número se representa alrededor del millón de nuevas hectáreas bajo siembra." (Minetti et al, 2004)

LA ELIMINACIÓN DEL BOSQUE NATIVO Y UN NECESARIO BALANCE HÍDRICO: LOS DESAFÍOS DE LA ALERTA TEMPRANA

Otros trazos gruesos se pueden construir en relación al aumento de las precipitaciones como tendencia transformadora en la región. Toda transformación profunda, como es de imaginarse, viene acompañada de cambios y consecuencias ambientales. En este caso, la mejora en las condiciones para la siembra, debido a la mayor amplitud agrometeorológica, y la expansión de la frontera agrícola conllevó un cambio radical en los suelos producto del desmonte.

El avance de la frontera acarreó una rápida eliminación del bosque xerófito, o nativo, lo cual modificó la morfología de los suelos impactando en el balance hídrico y en el manejo de las cuencas hidrográficas, es decir de agua definidas como el territorio delimitado por los escurrimientos superficiales que convergen en un mismo cauce de río.

Naturalmente, el aumento de las precipitaciones conlleva a un aumento en la descarga de los ríos. Sin embargo, hace ya algunos años se ha observado, particularmente en la región de la Cuenca del Plata, a la que pertenece la provincia, que el aumento porcentual en la descarga de los ríos es mayor a la que debería ser considerando únicamente la precipitación media de la región.

Esta característica puede atribuirse a la deforestación y a los cambios en la agricultura que generan un aumento en el escurrimiento y, de esta manera, provocar el incremento de fenómenos de impacto hidrológico como son las inundaciones. Como así también la pérdida de capacidad de retención de la humedad en los suelos, que puede desencadenar un proceso de desertificación de difícil reversibilidad.

Estos efectos de las precipitaciones sobre la disponibilidad de agua en las cuencas son complejos y están fuertemente influenciados por la cobertura del suelo.


“El aporte por parte de la agrometeorología en este sentido tendrá que ver con la realización de estudios que permitan desarrollar modelos de balance hídrico más representativos de las propiedades de los distintos suelos.” Sostuvo el Lic. Gonzalo Díaz, del área de hidrometeorología del SMN.


La situación del desmonte producto del movimiento de la frontera agrícola, se retroalimenta con el aumento en las precipitaciones ya referido. La hidrometeorología tiene, en este punto, el desafío de describir más profundamente estos procesos y brindar pronósticos y herramientas a la población que se adecúen a las nuevas condiciones que atraviesa la provincia.

En la medida en que se avance en la comprensión de estos sistemas se podrán desarrollar modelos hidrológicos adaptados a las características propias del lugar, que junto a un monitoreo integral de las variables ambientales, podrán contribuir en un futuro a mejorar los sistemas de alerta en la región.

CONOCER A LA COMUNIDAD PARA BRINDARLE SOLUCIONES

Esta transformación radical en el uso de los suelos y en la matriz productiva de la provincia devela la importancia de entender la interacción entre las actividades humanas y el medio ambiente para un buen uso de los recursos por parte de las comunidades. Este es un desafío al que estamos llamados como humanidad a nivel global.

En este sentido es que el Servicio Meteorológico Nacional desarrolló en septiembre de 2016, una serie de seminarios itinerantes con el apoyo de la Organización Meteorológica Mundial, que se había propuesto que los servicios meteorológicos del mundo se acerquen a la actividad productiva de las poblaciones más vulnerables.  De esta manera, un equipo de ese organismo nacional, recorrió durante seis  días la provincia y visitó las localidades de Nueva Esperanza, San José de Boquerón y Sacháyoj. Tras contactar con referentes locales, que sirvieron como intermediarios, se convocó a productores para la realización de los talleres.

Para estos actores, la agrometeorología aporta herramientas que permiten planificar y mejorar las prácticas de manejo y la toma de decisiones en situaciones de riesgo. Los participantes de los seminarios, pudieron acceder a conceptos generales de la meteorología y el uso de productos ofrecidos por el SMN que pueden ser aplicados a la producción local. El vínculo con el territorio y el intercambio directo con la población fueron fundamentales para este tipo de articulación.

Con estas actividades, se busca impulsar la interacción con pequeños productores, fomentando la concientización de la importancia del desarrollo de acciones de impacto positivo en el medio ambiente, que permitan además, alcanzar la independencia económica de las familias que las practican. La finalidad es que ellos vayan logrando un uso responsable y sostenido de los recursos naturales en la nueva escena planteada por la expansión de la frontera agrícola en la provincia y por el aumento de eventos meteorológicos severos, mediante la adecuada gestión de herramientas meteorológicas y climáticas.

El desafío que toca la puerta de la meteorología y sus aplicaciones hidrológicas y agrarias, es la mejora del monitoreo, el pronóstico y la comunicación de herramientas que ayuden a que las comunidades hagan un uso sostenible y sustentable del planeta.


  1. Libro de “El cambio climático en la Cuenca del Plata”. Editores: Vicente Barros, Robin Clarke y Pedro Silva Dias.

  2. Libro de “Inundaciones urbanas y cambio climático. Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (2015).

  3. [1] Minetti y Sierra, 1988, Sierra et al. 1994.  Hoffmann, 1988; Minetti et al. 1998; Minetti et al. 2004)

  4. [2] Minetti et al. 2004.

  5. Di Paola, María M. -Expansión de la Frontera Agropecuaria, Revista Apuntes Agroeconómicos, FAUBA, Universidad de Buenos Aires.



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