La atmósfera no sabe nada de fronteras: es un entramado de relaciones, de causas y efectos. El viento que sopla hoy acá puede ser la consecuencia remota de algo que ocurrió ayer en algún punto distante del planeta.

La meteorología entendió esto hace muchísimos años y, a través de la Organización Meteorológica Mundial, se constituyó en una disciplina esencialmente colaborativa, en la que todos los países aportan información que se utiliza para elaborar productos que, a su vez, le sirven a todos.    

Como ya explicamos, la observación del estado actual de la atmósfera, está en la base de los pronósticos. Es decir que, a mayor cantidad de datos, mejores serán los pronósticos. Esos datos se obtienen –entre otras fuentes- de las estaciones meteorológicas de superficie.

Por esta razón, nuestras 125 estaciones sinópticas de superficie siguen funcionando a pesar del difícil contexto que atraviesa nuestro país y el mundo. En cada estación, los observadores meteorológicos se ocupan de registrar y transmitir lo que miden los instrumentos. Lógicamente, esa tarea no se puede realizar desde ningún otro lugar que no sea allí donde está ubicada la estación meteorológica.

Así es que nuestros observadores siguen cumpliendo con su labor y hacen posible, no sólo que sepamos los datos actuales de temperatura, presión, nubosidad y viento de nuestra ciudad, sino que el mundo cuente con los insumos para elaborar pronósticos.

OFICINAS DE PRONÓSTICO AERONÁUTICO

Además de las estaciones meteorológicas, el SMN dispone de 9 oficinas de pronóstico aeronáutico distribuidas en distintos aeropuertos del país.  A pesar de que la actividad aerocomercial está prácticamente detenida, la aviación general no lo está y cada día hay vuelos sanitarios, charters, aviones de pequeño porte, aviones gubernamentales, de fuerzas de seguridad, ejército, etc.

La operatoria en los aeropuertos no se puede realizar si no hay información meteorológica. Por lo tanto, nuestros profesionales continúan en sus puestos elaborando mensajes de pronóstico, haciendo vigilancia de la atmósfera sobre los aeropuertos bajo su protección, y atendiendo a las necesidades de los usuarios aeronáuticos.

Además, por supuesto, hay otras áreas operativas que desarrollan tareas esenciales. Son quienes elaboran los pronósticos de rutina, los alertas meteorológicos, avisos a corto plazo,  pronósticos para el mar argentino y áreas marítimas adyacentes, y quienes se ocupan del Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas. Todos ellos continúan con sus labores, las 24 horas del día, pero hemos podido organizar su trabajo en modalidad remota.

Agradecemos a todos y todas el esfuerzo y el profesionalismo en estos momentos críticos.