Frío y gripes: aumentan la vigilancia sobre la evolución las temperaturas | Servicio Meteorologico Nacional.

Frío y gripes: aumentan la vigilancia sobre la evolución las temperaturas



El Servicio Meteorológico Nacional y el Ministerio de Salud advierten sobre la posible incidencia de la temporada de bajas temperaturas en la transmisión de enfermedades respiratorias y aumentan la vigilancia sobre la evolución de las temperaturas.




Buenos Aires, 14 de mayo de 2020. El Servicio Meteorológico Nacional intensificó la vigilancia de la atmósfera y elabora un informe especial sobre la evolución de las temperaturas en todo el país, que se actualiza los martes y los viernes y  se puede encontrar en la web del organismo www.smn.gob.ar/noticias

Este informe especial responde a que el hemisferio sur avanza rumbo a la temporada invernal, en la que es más frecuente la proliferación de gripe y otras enfermedades respiratorias. En el contexto de la pandemia por COVID-19, la superposición de cuadros virales puede resultar un agravante para la capacidad de respuesta de los sistemas de salud.

“El período de vida de los virus fuera del cuerpo humano está regido por diferentes factores, entre ellos las variables meteorológicas del ambiente, situación en la transmisión de enfermedades virales en general. Los virus necesitan de condiciones adecuadas para su persistencia fuera de un huésped”, indicaron desde el Ministerio de Salud de la Nación.

El tiempo y el clima inciden también en los hábitos y los estilos de vida de las personas que pueden favorecer la transmisión de los virus. Durante el invierno las personas suelen pasar más tiempo en ambientes cerrados y con poca o mala ventilación.  De este modo, las condiciones ambientales son capaces de  predisponer la transmisión de enfermedades.

 

Variables ambientales y COVID-19

Con respecto a la posible estacionalidad del COVID-19, todavía es un área de investigación activa. Los estudios aún no son concluyentes y los científicos están investigando la correlación que existe entre variables como la temperatura, humedad y radiación UV, y el número de casos de COVID-19.

Si bien los estudios de COVID-19 son preliminares, otros estudios sobre enfermedades respiratorias (por ejemplo la Influenza) aportan razón suficiente para aumentar el monitoreo y pronóstico centrado en temperatura, para identificar cuándo aumenta el riesgo de contagio y la aparición de enfermedades respiratorias que puedan impactar en el sistema de salud.

Desde la Dirección de Servicios Sectoriales del SMN indicaron: “El conocimiento sobre el nuevo Coronavirus y su enfermedad (COVID-19) está en constante evolución. Algunos estudios sugieren que las bajas temperaturas favorecieron la propagación del virus en el hemisferio norte. Sin embargo, se ha registrado transmisión local de la enfermedad aún en zonas cálidas del planeta, por lo que aún no se pueden establecer relaciones concluyentes entre la temperaturas y la transmisión”.

Respecto de la relación entre variables meteorológicas y COVID-19, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentran trabajando conjuntamente dado que hay diversas hipótesis acerca de la influencia del clima sobre la transmisión de la enfermedad, que indagan en el efecto de la calidad del aire, la ventilación, la temperatura, la humedad y la radiación. Resulta fundamental que la información que se transmite al público tenga rigurosidad y se base en hechos probados. En consonancia con OMM y OMS, las autoridades argentinas trabajan en la misma sintonía.

Desde el SMN afirmaron: “Si bien los resultados de las investigaciones son preliminares, nos llamaron la atención respecto de aumentar el monitoreo de la evolución de las temperaturas, y generar un producto que apoye a los tomadores de decisión en este contexto tan complejo”.

 

Olas de frío y salud

Con la llegada del invierno también aumenta el riesgo de que ocurran eventos de frío extremo como las olas de frío. El SMN en colaboración con el Ministerio de Salud de la Nación y tres universidades nacionales, hemos estudiado la mortalidad asociada a estos eventos.

En dicho estudio se observó que los efectos de las olas de frío en la mortalidad ocurren durante las siguientes 2 semanas. En la semana posterior a una ola de frío la mortalidad general puede incrementarse hasta en un 30% y en algunos casos llega a duplicarse ese valor en algunos grupos de riesgo, tales como adultos mayores y personas con enfermedades cardiovasculares o respiratorias.

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