¿Cómo clasificamos la intensidad del viento? | Servicio Meteorologico Nacional.

¿Cómo clasificamos la intensidad del viento?

Si alguna vez, al escuchar la radio o leer nuestro pronóstico, te preguntaste cuál es el significado de la expresión “vientos regulares a moderados”, acá te contamos de qué se trata.


Si alguna vez, al escuchar la radio o leer nuestro pronóstico, te preguntaste cuál es el significado de la expresión “vientos regulares a moderados”, acá te contamos de qué se trata.

 

El viento es una de las variables meteorológicas más conocidas. Gracias a él, podemos tener ambiente cálido, seco,  fresco o húmedo, según provenga de zonas continentales o marítimas. Si sopla con fuerte intensidad y se combina con bajas temperaturas, puede hacernos sentir mucho más frío del que realmente se registra.

 

El viento es aire en movimiento. Su intensidad depende de las diferencias de presión en una determinada región, y su  dirección, depende de la posición de estos sistemas de presión, entre otros factores. La escala que describe la intensidad de los vientos sostenidos, es la de Beaufort.

 

Alrededor del 1800, el oficial naval e hidrógrafo francés, Sir Francis Beaufort, ideó una escala para precisar y estandarizar la fuerza con la que podía ser medido el estado del mar. Pero ello estaba relacionado directamente con la fuerza del viento en la superficie. A mayor velocidad del viento, mayor oleaje. Beaufort creó entonces una escala empírica (basada en sus experiencias) donde relacionaba las dificultades en la navegación causadas por las olas en proporción al viento.

 

Con el correr de siglo XIX la escala fue mejorada y hacia el año 1906 el meteorólogo George Simpson le agregó descripciones para sus efectos en la superficie de la tierra. Desde ese momento, contamos con una escala de viento que sirve de guía para indicar las condiciones que pueden esperarse con vientos sostenidos sobre tierra.

 

En las infografías se indica la denominación de la intensidad del viento de acuerdo a su velocidad y, gráficamente, los impactos que pueden tener sobre la superficie de la tierra.


 

(*) No es indicativo para fenómenos como vientos de tormentas o tornados.

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