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Acciones globales contra el cambio climático

Hubo un tiempo en el que el cambio climático no estaba en boca de todos. La sociedad no hablaba del tema, los medios de comunicación no comentaban sus efectos y el calentamiento global no formaba parte de la agenda política de ningún país. Sin embargo, en las últimas décadas la situación se modificó. Desde campañas para concientizar a la población sobre el rol antropogénico hasta reuniones internacionales con especialistas y políticos debatiendo en conjunto, el cambio climático sin duda se convirtió en protagonista.

Autor: Valentina Rabanal




 

   

 

Si bien el estudio del cambio climático se inició hace más de 100 años, no fue hasta la década de 1960 que la comunidad científica comenzó a tratar el tema con mayor relevancia y dedicación. Múltiples científicos de todo el mundo comenzaron a publicar los resultados de sus investigaciones, los cuales muchas veces eran desestimados por los gobiernos de turno y exagerados por la prensa.
No fue hasta los años ´80 que el cambio climático pasó de ser una preocupación de la esfera científica a un problema de todos. Diversos descubrimientos, principalmente los relacionados con los gases de efecto invernadero y sus potenciales consecuencias, llamaron la atención en la arena política. De esta manera, se dio comienzo a la negociación internacional para hacerle frente al cambio climático. 

 

La ciencia como fuente para tomar decisiones

El primer gran paso fue la creación en 1988 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), una acción llevada a cabo por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). 

Con el objetivo de proveer información científica, técnica y socio-económica sobre el cambio climático a los tomadores de decisiones, el IPCC ha publicado cinco informes de evaluación durante sus 30 años de vida, así como una docena de informes especiales sobre temas específicos, cinco de síntesis y cuatro de metodología. Cada informe de evaluación, por su parte, está compuesto por tres subinformes, uno por cada grupo de trabajo: la física del cambio climático (Working Group, WG I); los impactos, la adaptación y las vulnerabilidades del cambio climático (WG II); y la mitigación del cambio climático (WG III).
El WG I se encarga del análisis de los aspectos científicos, proveyendo a la comunidad de información relevante para la lucha contra el cambio climático. Por otra parte, el segundo grupo de expertos estudia la vulnerabilidad socio-económica y del sistema natural frente al cambio climático, sus consecuencias y las opciones para adaptarse a él. El último informe en ser presentado es el del WG III, el cual se enfoca en la mitigación del cambio climático, brindando métodos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y medidas para eliminarlos de la atmósfera.

 


“Los informes son el mayor logro del IPCC. El cuarto informe, publicado en 2007, tuvo un gran impacto ya que, por primera vez, se dijo que el calentamiento global es inequívoco y está ocurriendo ahora”, comenta la Dra. Matilde Rusticucci, investigadora del CONICET y autora principal del cuarto informe del IPCC. Fue tal la repercusión del trabajo que, ese mismo año, el Panel fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.

El cambio climático, actor principal de las discusiones políticas

En 1990 el IPCC hizo público su primer reporte de evaluación, lo que generó la necesidad de que se establezca un tratado internacional sobre el cambio climático. Esto fue el motor para que, dos años después, se llevará a cabo la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, reunión en la que los jefes de Estado firmaron la creación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés). Esta convención establece el ámbito internacional en el que se discuten y acuerdan las medidas a tomar en pos de estabilizar las concentraciones de los GEI en niveles que no sean peligrosos para el sistema climático. 


Todos los estados y organismos que conforman la UNFCCC se reúnen anualmente, desde 1995, en las Conferencias de las Partes (COP) para analizar el progreso en la respuesta al cambio climático y el avance en la información que se tiene sobre esta problemática que afecta, en mayor o menor medida, a todo el planeta Tierra.
 

El primer acuerdo para combatir el cambio climático

En 1997, luego de largas negociaciones, se firmó el Protocolo de Kioto, el cual tenía como lineamientos principales los objetivos de la convención marco. Este acuerdo estableció dos categorías de países, con responsabilidades diferenciadas para cada grupo. Los más desarrollados y las economías en transición formaban parte del Anexo B y para cada uno de ellos se negoció una meta cuantificada de acuerdo a su capacidad de cumplirla. Por otra parte, los países en desarrollo (llamados no Anexo B) no tomaron compromiso alguno sobre sus emisiones. Debido a que con sus medidas no se alcanzaban los objetivos de la UNFCCC, el Protocolo de Kioto estuvo lejos de cumplir con la meta de reducir las emisiones de GEI.
 

París y un tratado único del que todos forman parte

Luego de años de reuniones y negociaciones para que cada país estableciera su responsabilidad con respecto al cambio climático, en 2015 se firmó el Acuerdo de París, el cual vincula legalmente a todos los países que conforman la UNFCCC. Por primera vez, un tratado reunió a todas las partes en una causa común: combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos a través de ambiciosos esfuerzos y con asistencia especial a los países en desarrollo. 


Con la meta de mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, cada país se comprometió a reducir sus emisiones. A lo acordado por cada una de las partes se lo denominó Contribución Nacional Determinada (DNC, por sus siglas en inglés) y debe ser cumplido en un plazo de cinco años a partir  de 2023, que es cuando se realizará el primer balance global. En el momento en que el Acuerdo de París entró en vigencia, las firmas de China y Estados Unidos marcaron un hito histórico, ya que ambos países producen en conjunto aproximadamente un 40 % de las emisiones de GEI globales. Sin embargo, en junio de 2017, Estados Unidos anunció su retirada del tratado, la cual no será efectiva hasta 2020.

 

Presente y futuro​

En octubre de 2018, se aprobó un nuevo informe especial del IPCC, el cual se enfocó en los efectos ocasionados por el aumento global de la temperatura en 1,5 °C con relación a niveles preindustriales. La realización de este informe fue motivada por la necesidad de mostrar lo que ocurriría si la temperatura aumenta un 1,5 °C y lo que sucedería si excediera ese número.


En paralelo, el IPCC ya presentó otros dos reportes especiales. El primero estará relacionado con la desertificación, la degradación del suelo, el manejo sostenible de la tierra, la seguridad alimentaria y los gases de efecto invernadero en el ecosistema terrestre. El segundo se centrará en los océanos y la criósfera (parte de la corteza terrestre cubierta por agua en estado sólido).


El próximo informe de evaluación verá la luz en 2021, dos años antes del primer balance del Acuerdo de París. Las tres partes del sexto trabajo se encuentran actualmente en etapa de preparación, con el objetivo de ser publicadas durante 2021.


Mientras tanto, las negociaciones a nivel político siguen ocurriendo anualmente para garantizar el cumplimiento de todos los principios del Acuerdo de París. Luego de dos semanas de reuniones en el marco de la 24va Conferencia de las Partes, que tuvo lugar en Katowice (Polonia), se logró consenso entre los representantes de 196 países y la Unión Europea. El mayor éxito fue sin dudas la finalización de un manual de instrucciones para la implementación del Acuerdo de París y poder darle batalla al cambio climático durante las próximas décadas. Haciendo foco en la transparencia y en nunca perder de vista el informe especial presentado por el IPCC en octubre de 2018, el acuerdo de Katowice se convirtió en un nuevo logro hacia una política climática global y sostenible.

 



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